Conocer las necesidades de tu hijo y el modo de expresarlas puede llevarte algo de tiempo. No te impacientes.
Día a día los dos irán aprendiendo a comunicarse y se sentirán más seguros.
A través de los cuidados, el bebé va percibiendo la satisfacción de sus necesidades y esto fortalece los lazos con los que lo rodean.
Todos los niños necesitan que haya algún adulto que se ocupe de ellos y pueda comprender y atender sus necesidades.
Acompañar a los niños en su crecimiento y desarrollo no es una tarea sencilla. Por eso consultá al equipo de salud y acercate a otros padres con bebés de la edad del tuyo.
A su vez, vos o el principal cuidador del bebé necesita el acompañamiento y el apoyo de otros para llevar adelante la tarea de la crianza.
- Es importante, desde su nacimiento, hablarle anticipando lo que vamos a hacer (cambiarlo, bañarlo, alimentarlo).
- Es bueno establecer y sostener rutinas que ordenen y organicen los diferentes momentos del día.
Por ejemplo: antes de dormir, bañalo, apagá las luces y disminuí los ruidos, para que el bebé asocie estas rutinas con la noche. - Desde que nace siente placer y dolor, puede ver, escuchar, y progresivamente va aprendiendo a comunicarse. Por eso es muy importante para él que le hablen, lo traten con cariño, lo llamen por su nombre y lo miren a los ojos.
- Cuando está en brazos, tiene que sentirse bien sostenido, con todo su cuerpo en contacto con el brazo del adulto y su cabeza bien tomada, firme y segura.
- Acercate al bebé cuando llora: el llanto es su manera de expresar molestia. No solamente llora por hambre, también puede llorar por frío, dolor, incomodidad, el pañal sucio, sueño o cansancio.
Cuando el adulto responde adecuadamente. provoca las primeras satisfacciones, que lo ayudan a desarrollar vínculos de confianza y a calmar su ansiedad. - Por medio de sus sentidos empieza a reconocer a las personas importantes de su entorno. Reconoce tu olor, especialmente el de la leche materna.
El olfato juega así un papel importante en el vínculo madre-hijo.